Escrito por: Judith Rodríguez
Desde Monterrey N.L.
Soy exalumna del Colegio Salesiano 'Don Bosco' de Monterrey, este fue mi cuarto año asistiendo a las misiones en Oaxaca, y esta fue mi experiencia en Linda Vista. Todo comenzó en el viaje de ida, partimos el viernes 26 de marzo y durante este viaje hacia nuestra misión tuvimos algunos contratiempos; se nos descompuso el autobús y estuvimos varados entre 5 y 7 horas en Puebla y llegando a Ayotzintepec, Oaxaca, algunos de mis compañeros se bajaron antes para llegar al pueblo, pero unos se perdieron para encontrar el rumbo y a un compañero se le extravió su maleta, el Padre le llevó la maleta dos días después pero gracias a Dios todos llegamos con bien.
Este año tuve la oportunidad de compartir la misión con el Colegio Anáhuac Chapalita, de Guadalajara y el Padre Lauro Prudencio Martínez, SDB Asesor Inspectorial de GRUMIS. Mi equipo fue muy bueno ya que nos adaptamos todos muy bien y logramos cumplir con el propósito y el objetivo de la misión. El jueves santo tuvimos una gran experiencia, principalmente por la celebración del lavatorio de los pies, la comunidad fue muy puntual para subir a la capilla mientras que nosotros llegamos justos en tiempo, mojados y con toallas en la cabeza ya que nos habíamos bañado en el río y se nos paso el tiempo, nos dio un poco de pena pero esto no afecto en nada la celebración.
Entre otras cosas que nos sucedieron, solo puedo decir que, aunque cada misión tiene sello y característica, esta misión ha sido la que más he disfrutado, gracias a que este año Dios me mantuvo bien de salud. Tengo una sugerencia y un consejo, la primera si alguien tiene la oportunidad de tomar un curso de primeros auxilios es importante ya que siempre existen accidentes. Y el consejo es, que así tengas años asistiendo a misiones, sean 5, 10,20 años, etc., NUNCA dejas de aprender, porque cada misión es diferente y te deja muchas cosas de las cuales aprender.
A las personas que se animen a ir por primera vez, les digo que una vez que vuelven a su hogar y entorno, llegan valorando hasta la cosa más insignificante que se puedan imaginar. Si te nace la inquietud por conocer las misiones, y aun no sabes por qué tienes que ir, yo te diría dos cosas importantes: Si Dios te ha llamado a continuar su misión, es porque confía en ti.., no hay palabras que puedan describir una experiencia de dicha magnitud, tienes que vivirla. No te cuestiones el 'porqué' de las cosas, más bien el 'para que', quizá al igual que a mí, esta experiencia te cambie hasta tu forma de vivir.
Espero y ustedes también la encuentren y puedan compartir un poco de su tiempo con nuestros hermanos de Oaxaca o de cualquier otra parte del país; lo importante es que no lo sientan como un compromiso, sino como algo que sea de su total agrado y les nazca por voluntad propia. Que Dios los bendiga, y que se haga lo que Él quiera. Saludos desde Monterrey
Y nos vemos en la próxima misión.
¡ATRÉVETE A SER MISIONERO!
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